Una Cosa que no Podrás Hacer en El Cielo

“Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.”

Éste, es el título de un libro que captó mi atención y que después de haber leído la introducción, fui confrontada en mi espíritu hasta preguntarme: ¿Estaré haciendo lo suficiente? Si es cierto que no somos salvos por obras o por lo bueno que podamos ser, la Biblia nos dice, que un día todos estaremos frente a Dios para dar cuenta de lo que hicimos mientras vivíamos en esta tierra. No sabemos exactamente cuando llegará ese día, pero puede estar más cerca de lo que pensamos. Cuando lleguemos ante el trono de Dios, ¿Cuál será la única cosa que realmente importará? ¿Será, cuanto dinero hicimos, que tipo de automóvil manejamos, o que tan conocidos fuimos? No, lo único que va importar es quien estará en el cielo y quien en el infierno Lo que importará es a quien le compartimos el regalo de la salvación. Cada día mueren 600,000 personas y me pregunto, ¿Dónde pasaran la eternidad? La única cosa que no podremos hacer en el cielo, es hablarles a otros de Cristo, porque ya será muy tarde. Su palabra dice que: “Todo el que invocare el nombre del Señor será salvo”. Pero como invocarán su nombre, si no les hablamos de lo que El ha hecho por ellos. Mi deseo es que tanto tú como yo, podamos armarnos de denuedo, humildad y el amor de Jesús, y salgamos a alcanzar a los que continúan perdidos, para que así puedan ser salvos de la condenación eterna.