Amor o Hipocresía

El viernes en la noche fui a despedir a mi amiga Rosane que regresaba de nuevo a Texas. Tenía un montón que estudiar porque al día siguiente tenia una presentación en la universidad, sin embargo pensé que era importante reunirme con ella ya que era su última noche en la Florida. Lo que nunca pensé es que en esa noche Dios me daría una enseñanza. La reunión era en un restaurante que siempre me había llamado la atención por su peculiar ubicación. Éste queda en un tranquilo vecindario, fuera de la zona comercial; es un lugar pequeño, con mesas afuera, y muy acogedor. Al llegar no conocía a nadie sino solo a mi amiga, pero no me sentí extraña ya que desde que llegue me hicieron sentir bienvenida, lo primero que me dijeron es que todos allí eran como una familia. Muchos de ellos visitaban ese restaurante por años ya que vivían en el mismo vecindario. Después de haber estado un rato conversando con ellos, me di cuenta que en el grupo habían personas homosexuales, en ese momento me sentí como un poco fuera de lugar, pero de repente sentí como que todo el panorama cambió y no se como explicarlo, pero era como que mis ojos se abrían y podía ver mas allá de lo que quería entender. Mi amiga y yo éramos las únicas luces en ese lugar! Uno de los chicos de repente me dijo: “Veo algo diferente en ti, pero me caes bien” Yo sabia que él no se estaba refiriendo a que yo no era homosexual porque otros en el grupo tampoco lo eran, yo sabía que lo que él veía y no entendía era a quien mora dentro de mi ser. En ese instante vino a mi mente la escena de Jesús comiendo con los pecadores y los muchos hipócritas que lo criticaban porque él hacía eso. En mi mente pensaba que si en ese mismo instante pasaban algunos “cristianos (?)” por el restaurante, de seguro yo seria criticada y hasta tal vez juzgada. La verdad es que eso no importaba para nada, sentía más bien a Dios dándome su aprobación y mostrándome cómo su iglesia estaba descuidando el trabajo que Él había encomendado. Mientras que muchos se mantienen en sus reuniones religiosas, entreteniendo con actividades, otros en cambio se están perdiendo afuera porque no hay quienes se atrevan a juntarse con ellos por temor a la crítica o porque simplemente no sienten amor por ellos. Mis sentimientos y emociones eran como un huracán dentro de mi, yo estaba sintiendo lo que mi Señor sentina por ellos. Dentro de mí el Espíritu Santo intercedía y gemía por ellos y a la vez pedía perdón a mi Dios porque yo también había sido negligente con el trabajo que Él me ha encomendado. A veces tendemos a creer las mentiras del Enemigo que dice que esas personas no están interesadas en saber de Dios y que nos rechazaran cuando tratemos de acercarnos a ellos, pero eso no es así, ellos están vacíos y buscando ciegamente la verdad y la redención de sus almas. Oro para que Dios nos ayude a ser más sensibles a su voz, a que podamos mostrar su amor como Él lo hace y para que esas almas que todavía viven presas en la oscuridad de las tinieblas puedan conocer a la Luz Verdadera y sean libres de una vez por todas.