Los Dos GIGANTES
En nuestra vida siempre vamos a experimentar momentos de temor y desanimo, yo los he pasado y no me gustan para nada. La diferencia está en como los tomo y a quien acudo. Son desiertos en los que puedo echarme a morir o cobijarme en Dios. Esos momentos no duran para siempre aunque en el momento parecieran interminables. He optado por no creer las mentiras del enemigo y las confusiones de mi mente. Dios nos dice más de 365 veces en su palabra: “NO TEMAS” Pues seria muy buena idea, tomar una de esas palabras por día y recordarla, creerla y hacerla parte de nosotros. Es cierto, en el mundo tendremos aflicciones, pero Él ha prometido que estará con nosotros siempre.
Fíjate en los Gigantes de Guardia:
Hay dos gigantes que todavía guardan la entrada de la tierra prometida. Se llaman Temor y Desanimo. Si sientes su presencia y presión sabrás que estas para entrar en las promesas. Como Josué, en este tiempo tan crucial debes ser fuerte y valiente y seguir adelante por la gracia que Dios da. Josué 1:9
Entiende lo que te esta pasando:
En 2 Corintios 4:16, Pablo dice que no nos desanimemos porque aunque por el momento la estemos pasando mal, interiormente Dios nos esta renovando. Dice que nuestros problemas son ligeros, que no duran mucho y que en Dios producirán algo bueno.
Espera en Dios:
Aun si tu fe te parece débil, todavía puedes esperar en Dios y creer que nuestro Dios de paz pronto aplastara a Satanás y lo pondrá debajo de tus pies según su palabra. Salmo 42:5; Romanos 16:20
Confiesa tu necesidad, pide oración:
Eclesiastes 4:12. No escondas tus sentimientos y dolores, habla con alguien y oren juntos, para que el Señor deshaga toda obra del diablo.
Recibe el ministerio de Dios:
Abre tu corazón y permite que el Espíritu Santo te ministre la paciencia, el ánimo, la esperanza, la alegría y la paz de Dios. Romanos 15:5 y 13
Trata con las causas naturales:
Cuando Elías estaba agotado y por eso desanimado Dios le envió comida, bebida y descanso antes de tratar con las razones reales. Dios le Dio una palabra nueva, una dirección nueva y una esperanza nueva. 1 Reyes 19:3-18
Confía en las promesas de Dios:
Pedro nos aconseja a humillarnos bajo la mano poderosa de Dios, echando toda nuestra ansiedad sobre El, a la vez controlándonos; resistiendo al diablo y sacrificándonos para ayudar a otros que también sufren en todas partes del mundo.
Y finalmente como dice Pedro en 1Pedro 5:6-11, tenemos una esperanza grande. El Dios de toda gracia pronto y personalmente vendrá a restaurarnos y hacernos fuerte, firme e inmovible.
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