"La Meta Mas Importante"

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“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mi mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24).

El nuevo año ya esta aquí y muchos nos trazamos nuevas metas y hacemos planes que esperamos cumplir antes que finalice el año. Pero, ¿cuántas de esas metas las hacemos pensando en los demás? Al pensar en las cosas que han sucedido y en las que están sucediendo en el mundo, vengo a entender claramente, que la vida del hombre es como esa neblina que aparece por un poco de tiempo, pero luego se desvanece. Y como dijo el predicador, todo resulta ser vanidad de vanidades. No hay nada de malo en trazarnos metas, es más, pienso que son necesarias, porque sin visión no se llega a ningún lado. Pero cuando nuestras metas están enfocadas solamente en nosotros mismos, nos convertimos en personas egoístas. Es allí donde debemos preguntarnos: ¿Y dónde quedan las almas?

Como cristianos tenemos una meta a la que debemos llegar, una carrera que terminar. Todos hemos recibido un ministerio de parte del Señor y aunque lo realicemos de diferentes formas, el resultado deberá ser el mismo: el rescate de las almas perdidas. Si alguna vez te has preguntado para que estas aquí en la tierra, la respuesta es muy sencilla: “Para conocer a Dios y darlo a conocer.” Permita el Señor que este versículo pueda ser una vivencia en nuestras vidas y que en este nuevo año y los años que nos queden de vida puedan ser para dar testimonio del evangelio de Jesucristo y acabar nuestra carrera con gozo.